EL NACIMIENTO
DE UN
A GRAN
NACIÓ
N "¿Concebirá la tierra en un día?
¿Nacerá una nación de una sola vez?"




* 1) un nacimiento sin angustia ni dolor


En Isaías 66:7-8 se hace una declaración sorprendente que se refiere a algo que sucederá en el hoy conflictuado Oriente Medio - mas precisamente en la tierra de la promesa - cuando se inaugure el mundo venidero/atid lavoh:


“¡Antes que estuviera de parto, dio a luz;
antes que le vinieran dolores,
dio a luz un hijo!


¿Quién oyó cosa semejante?
¿quién vio tal cosa?
¿Concebirá la tierra en un día?
¿Nacerá una nación de una sola vez?
Pues en cuanto Sión estuvo de parto,
dio a luz a sus hijos”.


Sin duda este nacimiento de una Gran Nación en el mundo venidero/atid lavoh será repentino. Todos nuestros parámetros cambiaran de pronto, "despertaremos" a una nueva realidad aquellos que de antemano la esperamos. Y los habitantes de esta Gran Nación nacida en un instante, que dejara atrás la angustia, las lágrimas y el dolor de este mundo serán "hijos de Sion", descendencia de "dos familias", o reinos, o “casas reinantes" en que se dividio el Israel original. Una de esas familias son los "judíos", la otra es la "casa de Israel" mezclada con todas las naciones de la tierra. Esta "casa de Israel" son los "israelitas" a los que se refiere Ezequiel 37:21-22:



“Voy a sacar a los israelitas
de entre las naciones
a donde han ido a parar;
los reuniré de todas partes
y los haré volver a su tierra.
Haré de ellos una sola nación en este país,
en los montes de Israel,
y tendrán un solo rey.
No volverán a estar divididos en dos naciones,
ni separados en dos reinos”.


que hoy llamamos "cristianos", porque aceptaron a Cristo - al Mesias de Israel - como Señor y Rey.

Y cosa similar afirma Oseas 1:10 refiriéndose al “día de Jezreel”, que así se llama el gran día en que se reencontrarán Juda e Israel("casa de Israel"):



“Y se congregarán
los hijos de Judá y de Israel,

y nombrarán un solo jefe,
y subirán de la tierra;
porque el día de Jezreel
será grande”.



Esto es, “subirán de la tierra” o serán congregados de entre las naciones aquellos israelitas que viven entre los gentiles - con o sin conocimiento de sus raíces – que hayan recibido en su corazón a Jesucristo/Mesías de Israel. Estos son también llamados el “remanente de Israel” en la profecía. Leamos más sobre esta "subida" o "retorno a Sion" venidero del "remanente de israel"/cristianos fieles:


“Oh YaHVéH, salva a tu pueblo,
el remanente de Israel.
He aquí yo los hago volver ...
y los reuniré de los fines de la tierra...”
(Jeremías 31:7-8)


Y también Jeremías 31:10:


“Oíd palabra de YaHVéH, oh naciones,
y hacedlo saber en las costas que están lejos,
y decid: El que esparció a Israel lo reunirá
y guardará, como el pastor a su rebaño”.


E Isaías 43:6-7:


“Diré al norte: "¡Da acá!",
y al sur: "¡No los retengas;
trae de lejos a mis hijos,
y a mis hijas de los confines de la tierra,
a todos los llamados de mi nombre,
que para gloria mía los he creado,
los formé y los hice!"


Y Ezequiel 36:24:


“¡Y yo os tomaré de las naciones,
os recogeré de todos los países
y os traeré a vuestro país!.


El pueblo de la Gran Nación venidera será el remanente salvo por la "pura gracia" de Dios/Elohim tomado de entre la inmensa prole de Abraham, Isaac y Jacob que es “como las estrellas del cielo y la arena de la orilla del mar” y que cubrió la tierra. Y este remanente salvo es también llamado llamados los redimidos. Y dice la Palabra que la actitud de las naciones no-israelitas (nota 1) del mundo venidero/atid lavoh hacia esta Gran Nación así concebida será de aceptación gozosa:


“Y andarán las naciones a tu luz,
y los reyes al resplandor de tu nacimiento”.
Isaías 60:3



* 2) escenas de matrimonio en Sion


El recibimiento de los redimidos por parte de Sión venidero -la tierra gloriosa que es "herencia perpetua" de los redimidos - evoca en la Palabra una relación matrimonial. La que hoy - en muchos sentidos - es una tierra desamparada y sufriente, llena de contradicciones y conflictos, será revestida de gloria y se desposará con el remanente de Israel y con su Dios - que serán Uno -:


“Nunca más te llamarán "Desamparada",
ni tu tierra se dirá más "Desolada";
sino que serás llamada “Mi deleite”
y tu tierra, “Esposa mía”
porque el amor de YaHVéH estará contigo
y tu tierra será desposada.


Pues como el joven se desposa con la virgen,
así se desposarán contigo tus hijos;
y como el gozo del esposo con la esposa,
así se gozará contigo el Dios tuyo.
Isaías 62:4-5


Es decir: tanto “tus hijos”: el remanente de Israel, como “tu Dios” – YaHVéH – se desposarán con una tierra que hoy está llena de escombros y marcas de guerras que cruzan los siglos. Y ella será restaurada y revestida también de naturaleza espiritual – celestial - ya que sobre ella estará “la gloria del Señor, como un dosel” (Isaías 4:5). Y en Isaías 60:15 a Sión se le llama “gloria eterna”:


“En vez de estar abandonada y aborrecida,
tanto que nadie pasaba por ti,
haré que seas una gloria eterna,
el gozo de todos los siglos.


Es que la tierra “devastada y arruinada” será adornada “como una novia” por los redimidos – llenos de honra celestial - rescatados de entre todas las naciones:


“ Alza tus ojos alrededor, y mira:
todos estos se han reunido, han venido a ti.
Vivo yo, dice YaHVéH, que de todos,
como de vestidura de honra,
serás vestida;
y de ellos serás adornada
como una novia”.
(Isaías 49: 18)


Y los montes de Sión figuradamente romperán en aplausos y canciones de bienvenida para recibir al pueblo santo:


“Los montes y los collados
levantarán canción delante de vosotros,
y todos los árboles del campo
darán palmadas de aplauso.
(Isaías 55:12)


Es que la “electricidad ambiental” - por tratar de acercarnos a lo que viviremos usando termino conocidos - de la Gloria del Eterno cubrirá los montes y collados de Sión. Y percibiremos, además de su hermosura, su naturaleza espiritual y ella nos cautivará.


* 3) "nuevos cielos y nueva tierra"


Dice el apóstol Pedro que debemos esperar “nuevos cielos y nueva tierra” según Su promesa (2 Pedro 3:13) en los cuales morará la Justicia. Y aquí esta esa promesa:


"Miren, yo voy a crear
un cielo nuevo
y una tierra nueva.
Lo pasado quedará olvidado,
nadie se volverá a acordar de ello.
Llénense de gozo y alegría para siempre
por lo que voy a crear,
porque voy a crear una Jerusalém feliz
y un pueblo contento que viva en ella”
(Isaías 65:17-18)


¿Bien diferente a lo que vemos hoy en las noticias, verdad?. Y estos "nuevos cielos y nueva tierra", esta irrupción del cielo en la tierra, serán testigos de la permanencia de la descendencia santa de Abraham delante de YaHVéH:


“Porque como los cielos nuevos
y la nueva tierra que yo hago
permanecerán delante de mí, dice YaHVéH,
así permanecerá vuestra descendencia
y vuestro nombre”.
Isaías 66:22



* 4) el clima y la naturaleza gozosa de Sión



Asimismo, la actual emergencia climática no existirá bajo “nuevos cielos y nueva tierra”. El clima será restaurado:


“Vosotros también, hijos de Sión,
alegraos y gozaos en YaHVéH, vuestro Dios;
porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo,
y hará descender sobre vosotros
lluvia temprana y tardía,
como al principio.
(Joel 2:23-24)


Y se habrán obrado milagros creativos de restauración en la tierra de la promesa glorificada que será el padrón de excelencia y gozo de un planeta renovado:


“Haré brotar ríos en los cerros desiertos
y manantiales en medio de los valles;
convertiré el desierto en ciénagas,
haré brotar arroyos en la tierra seca.

En el desierto plantaré cedros,
acacias, arrayanes y olivos;
en la tierra seca haré crecer
pinos juntamente con abetos y cipreses,

para que todo el mundo vea y sepa,
y ponga atención y entienda que yo,
el Señor, he hecho esto con mi poder,
que yo, el Dios Santo de Israel,
lo he creado."
Isaías 41:18-20



* 5) gozaos los que os enlutais por Jerusalem



Dice el Salmo 147:10:


“Alegraos con Jerusalén
y regocijaos por ella,
todos los que la amáis;
rebosad de júbilo con ella,
todos los que por ella hacéis duelo”


Esta es una Palabra para los que se duelen – nos dolemos - con los acontecimientos trágicos de la Jerusalem actual, tan desfigurada y lejana a la Jerusalem celestial venidera, que será celestial porque en Sión todo tendrá una naturaleza celestial -. Los que hoy por amor a Jerusalem se entristecen, pronto se gozarán, nos dice la Palabra profética.


Del mismo modo se lee en Isaías 49:14-16 sobre la fidelidad eterna de YaHVéH a su tierra/pueblo:


"Sión decía:
'El Señor me abandonó,
mi Dios se olvidó de mí.'
Pero ¿acaso una madre olvida
o deja de amar a su propio hijo?
Pues aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré.
Yo te llevo grabada en mis manos...”
Isaías 49:14-16


Hoy el presidente de Irán – Amadineyad – ha afirmado una vez mas que el tiempo de Israel – el Estado de Israel – ha terminado y que será expulsado de su tierra - que es solo una parte de la tierra prometida a Abraham y Moisés -. Hay Palabra profética para estos aspirantes a usurpadores de un suelo que es "herencia perpetua" de YaHVéH para su pueblo:


“He hablado ... en el fuego de mi celo contra las demás naciones y contra Edom (el Islam) las cuales, con mucho regocijo y enconamiento del ánimo, se disputaron mi tierra por heredad...

Yo he alzado mi mano, he jurado
que las naciones que están a vuestro alrededor han de cargar con su desprecio.

Pero vosotros, montes de Israel, daréis vuestras ramas y llevaréis vuestro fruto para mi pueblo Israel, porque están a punto de llegar” (Ezequiel 36:5-10)


El "regocijo y enconamiento de ánimo" contra Israel - aún el Estado de Israel de hoy que es carente de naturaleza espiritual - de los insolentes que hablan palabras de exterminio contra Israel se volverá contra ellos y "cargarán con su desprecio".

Los que calumnian y codician la tierra de Israel y se restreguan las manos pensando que el Estado de Israel está en debilidad y anuncian con desparpajo su extinción, tienen la Palabra
profética que dice que en ella será establecida la Gran Nación israelita venidera nacida "en un solo día" para pasmo de sus enemigos. Y en esa Gran Nación portentosa serán completadas las bendiciones prometidas a los creyentes de todos los tiempos que son el pueblo santo o monte Sion (Hechos 12:22). Y todos los “afligidos de Sión” (Isaías 61:3) hallaremos consuelo, gozo y paz junto al santuario del Dios nuestro:



“Y haré con ellos un pacto de paz.
Será un pacto eterno...
Habitaré entre ellos,
y yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo.
Y cuando mi santuario esté para siempre
en medio de ellos,
las naciones sabrán que yo, el Señor,
he hecho de Israel un pueblo santo."
(Ezequiel 37:26-28)



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Nota 1): la Palabra profética es como un foco que ilumina lo esencial y deja en penumbras lo que es accesorio a la esperanza de los redimidos. No sabemos cuales serán las naciones no-israelitas del mundo venidero/atid lavoh (por lo pronto se nombran Asiria y Egipto). Ellas serán un resto que habrán sobrevivido a la terrible Ira del Cordero. De hecho, en Apocalipsis 21:24 - refiriéndose ya al estado eterno del Trono Blanco - se nos dice que habrá naciones “salvas”.

Es decir, habrá dos tipos de nacionalidades en el mundo venidero/atid lavoh:

1) habrá un remanente de Jacob/Israel salvo, tomado de entre las naciones con un cuerpo glorificado que será el pueblo santo/ISRAEL DE DIOS llevado de retorno a la Sión venidera,

2) habrá naciones no-israelitas salvas del la Ira.

Y aún más: se nos dice que finalizados los 1.000 años del reino mesiánico Satanás será suelto de nuevo y seducirá a muchas naciones “que estarán en los cuatro ángulos de la tierra” y que avanzarán sobre el “campamento de los santos y la ciudad amada” lideradas por "Gog y Magog" (Apocalipsis 20:7-8). Y que esto resultará en la destrucción definitiva de los últimos rebeldes y de Satanás que las sedujo, en su último intento de corromper la Creación de Dios/Elohim.

También es difícil entender los sacrificios de animales en el nuevo Templo del milenio para “expiación de pecado” (Ezequiel 42:13). Solo puede entenderse como expiación del pecado de las naciones, aunque Satanás no incidirá sobre ellas durante mucho tiempo porque estará preso hasta el final de los 1.000 años. Se entiende que habrá libre albedrío en el milenio, posibilidad de obedecer o pecar en la gente de las naciones.

Pero todo estas interrogantes - y algunas más - hallarán respuesta a su tiempo, según el principio continuo de la revelación progresiva del Propósito de Dios/Elohim a sus elegidos. Entretanto miremos fijamente lo que esta iluminado por el foco de la Palabra profética: los redimidos retornarán a Sión con un cuerpo glorificado – sin interferencia de la carne - y allí tendrán una existencia indeciblemente gozosa junto a “YaHVéH Justicia Nuestra”.